Estos se caracterizan por su dilución en agua y un secado relativamente rápido que permite avanzar rápidamente en el trabajo sin necesitar largos períodos de secado.
Las pinturas acrílicas para usos artísticos se desarrollaron básicamente a mediados del siglo XX a instancias de importantes muralistas que necesitaban pinturas de alta resistencia para sus murales. Desde la época del renacimiento la pintura predominante era el óleo.
El medio que logra que un pigmento se pegue a la superficie a pintar se denomina vehículo.
En las pinturas acrílicas el vehículo es un material acrílico, el cual a diferencia del óleo está emulsionado en agua y en algunos casos en algunos solventes menos volátiles.
Las pinturas acrílicas no secan por oxidación en contacto con el aire como el óleo, sino que simplemente secan cuando el agua y los otros solventes se evaporan.
En ese momento, el vehículo acrílico forma un film duro y continuo que mantiene el pigmento firmemente adherido a la superficie y logra una duración muy superior a la de cualquier otro tipo de pintura.
"Pussycat" (acrílico) |