OLEO: Cuando hemos usado óleo, lo ideal es limpiar nuestros pinceles en dos pasos. Como primer paso, pasar el pincel por trementina ecológica (no soy adepta a los líquidos limpiapinceles, exceptuando el tan especial "TURPENOID"*). NO dejar el pincel en remojo en trementina, salvo que haya óleo endurecido de varios días. El segundo paso, es lavar bien el pincel con agua caliente (ni fría, ni tibia, ni hirviendo) usando pan de jabón blanco común (el de la ropa). De esta manera, sacaremos restos de trementina y óleo que pudiera haber quedado también. Haremos esto con cuidado, prestando atención para no deformar el pincel (especial cuidado con los pinceles sintéticos). Se puede usar como complemento un rallador de manzana de plástico o losa para este segundo paso; las cerdas se abren más y queda más limpio. Ojo, CON CUIDADO, la idea no es dejar los pinceles como plumeros.
ACRÍLICO: Con el acrílico no es necesario el primer paso, o sea que directamente haremos el segundo paso, lavando el pincel con agua caliente, jabón y el rallador si lo deseamos.
Con respecto a los pinceles Mop, los pasos son los mismos, ya sea que lo hayamos utilizado con óleo o acrílico y también podemos usar el rayador. Como los Mops tienen mucho pelo, podemos cada tanto "lavarles la cabeza", usando nuestro shampoo y nuestra crema de enjuague (en pequeñas cantidades). Eso sí, deben estar muy bien enjuagados, el Mop es un pincel que no funciona si está pegoteado; su pelo debe estar siempre bien seco y "fresco" para los mejores resultados.
TURPENOID*: LO MEJOR para tener en estado óptimo a pinceles que usamos con óleo, es como un tratamiento de belleza. Además de ser un limpiador, contiene un lubricante especial que deja los pinceles como seda. De cualquier manera, no olvidar el segundo paso, los pinceles deben ser enjuagados con agua y jabón. Este líquido tolera el remojo de pinceles sin dañarlos.
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