UNA FÓRMULA FÁCIL PARA ARMAR EL TONO BASE DE LA PIEL HUMANA

Hay muchas fórmulas y maneras de armar el tono piel, esta es una de tantas y es muy simple.
Ya sea que estemos usando óleo u acrílico, como primer paso, armamos un color rosado con Blanco Titanio + pizca de Rojo de Cadmio. El resultado debe ser un rosado intermedio, ni muy claro (la piel parecería marmórea) ni muy oscuro (la piel parecería encendida). A este rosado, le agregamos Tierra Siena Natural y mezclamos bien, logrando un tono que se parece a una base de maquillaje de tono medio. Se le puede agregar una pizca de Amarillo de Cadmio.
Para las sombras: Siena Tostada y Sombra Natural; cuidado con este último porque tiende a agrisar. Es conveniente trabajar las sombras primero con Siena Tostada y luego agregar Sombra Natural para los lugares de sombras profundas. Si notamos que al sombrear en principio con Siena Tostada la piel tiende a ponerse amoratada, agregar algo de Amarillo de Cadmio.
Para las luces: Amarillo de Nápoles y Blanco.
Matices: La piel humana tiene matices verdosos, azulados y violáceos, pero estos se pronunciarán, se suavizarán o serán imperceptibles de acuerdo a los colores del entorno (ya que son absorbidos por la piel) o quizá sean apenas imperceptibles. Hay que tener muy en cuenta además la iluminación (hora del día, luz artificial, reflejos).
Por supuesto que no es lo mismo la piel de una persona adulta, la piel de un bebé o de una persona de piel negra. Todo esto debe ser tenido en cuenta a la hora de formar el tono de piel base, ajustando la claridad u oscuridad de la misma y también en el sombreado e iluminación posterior de las distintas partes del cuerpo.